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El Inmobiliario sustentable: Habito y Motivación

Muchas veces sabemos que tenemos que hacer y lo evadimos le damos vueltas o lo suplantamos por otras acciones, incluso Inmobiliarios que ya tienen una trayectoria también les pasa, ¿por qué?

¿Por que muy pocos aceptan lo que hay que hacer y lo hacen? Veamos. ¿Qué es un de hábito?

 

Según la Real Academia Española, la definición de hábito es la siguiente: “Modo especial de proceder o conducirse adquirido por repetición de actos iguales o semejantes, u originado por tendencias instintivas”.

 

Entonces, ¿Qué es un hábito en palabras simples? Son aquellos comportamientos formados y adquiridos con el tiempo, que se repiten en la rutina. Es decir, los hábitos no están en el código genético ni se obtienen por herencia, sino que el ser humano los adopta. Según James Clear, autor de Hábitos Atómicos, “la vida que llevas es la suma de tus hábitos adquiridos”: tu estado físico, tu estado emocional y tu éxito son el resultado de los hábitos que realizas cada día. Es través del HABITO que la Productividad que por repetitiva se transforma en una conducta automática. ¿Y la Motivación? La motivación es un estado interno que activa, dirige y mantiene la conducta de la persona hacia metas o fines determinados; es el impulso que mueve a la persona a realizar determinadas acciones y persistir en ellas para su culminación. La motivación es lo que le da energía y dirección a la conducta, es la causa del comportamiento. De entrada, el inmobiliario arranca MOTIVADO, vamos la voy a romper toda, me voy a llamar a la guía telefónica, voy a ir todos los días a la oficina, voy a hacer agenda, voy a ver todas las propiedades de mis compañeros y con el transcurso de los días se va desarmando esa estructura en distracciones, en otras tareas que no son las que sabemos que son prioritarias para generar Productividad ¿Cómo convertir la Motivación en Habito? PASO 1: PREPARA TU MENTE

Ejemplo fácil de pequeñas acciones que podrías llevar a cabo: 1. Hacete un café y tomatelo tranquilo durante 5/10 minutos. 2. Sentate en el escritorio y mirá todas las tareas pendientes. 3. Ponete música que te ayude a la concentración. ¿Estás ya en un ambiente de trabajo y tu mente activa? Ahora podes ponerte a trabajar. El truco está en hacer que el comienzo sea fácil. PASO 2: ORGANIZA TU DÍA Uno de los aspectos más importantes es: la definición de tareas. Con una previa definición de todo el trabajo que tenemos por delante, nos será mucho más fácil ponernos a trabajar. tareas cortas en el tiempo y fáciles de conseguir. Con esto, recibirás una motivación extra cada vez que consigas un pequeño logro. PASO 3: MANTÉN TU RUTINA Este último paso va estrechamente relacionado con el paso número 1. Realizar las mismas pequeñas acciones cada día antes de ponerse a trabajar, ayudará a tu mente a saber que es tiempo de concentrarse y te permitirá estar mucho más motivado a hacer las cosas. Somos animales de costumbres, es por eso que cuando repetimos las mismas acciones repetidamente nos sentimos cómodos y preparados para ponernos manos a la obra. Tu rutina debería empezar con una lista de tareas que tienes que realizar durante el día. ¿CÓMO MANTENER LA MOTIVACIÓN A LO LARGO DEL TIEMPO?

Siento decirte que empezar muy motivado es lo más fácil que nos toca a hacer. Cuando empezamos un nuevo proyecto, el año nuevo, o incluso un nuevo día, nos sentimos como nuevos, ‘descansados’, y como decíamos antes con ganas de comernos el mundo. Sin embargo, a veces perdemos esa motivación por el camino, y no queda nada de la ilusión que teníamos al principio. Entonces, ¿se puede mantener la motivación por un periodo de tiempo más o menos extenso? La respuesta es sí. Sólo necesitamos hacer ciertas cosas: 1. Revisa tu progreso. Mira hacia atrás de vez en cuando y comprueba todo lo que has conseguido. Esto te ayudará a darte cuenta que no estás en el punto de salida, y que ya has superado varios obstáculos. Estás más cerca de tu meta. 2. Hacelo ‘divertido’. Vamos, ¡que la vida hay que tomársela con alegría! Sinceramente, no hay nada lo suficientemente importante para que no se pueda sonreír, decir algún chiste o broma de una situación concreta. Pasarlo bien en tu puesto de trabajo eso es esencial. 3. No pierdas de vista tu objetivo final. Recuerda porqué empezaste todo, tu razón por la que te estás esforzando tanto. Esto no solo te ayudará a definir mejor las tareas, sino a estar en constante motivación para conseguirlo. 4. Premiate Date pequeños ‘caprichos’ por todo el trabajo que has hecho y reservate tiempo para vos mismo. Una Clave, La ley Pareto. La ley de Pareto es un principio que establece que el 20% del esfuerzo destinado a una tarea genera un 80% de los resultados. Esto es aplicable a distintas áreas, como la actividad empresarial o el ámbito personal. Otra forma de entender la ley de Pareto es que el 20% de las causas origina el 80% de las consecuencias. También se le conoce como la regla 80/20.

¿Qué quiere decir esto? Que el reparto de la riqueza o los resultados empresariales no son proporcionales. A lo que se refería Vilfredo Federico Pareto (Economista y Sociólogo Italiano 1848-1923) Con esta teoría, es a que es necesario poner el foco de atención en aquello que nos generará más satisfacciones con menos esfuerzo. De esta manera no malgastaremos recursos excesivos para resultados que no merecen la pena. La Ley de Pareto es una estrategia eficaz a la que recurren cada vez más inmobiliarios. Sus principales beneficios son:

1. Permite priorizar las acciones importantes y no aplazarlas para más adelante. 2. Optimiza la gestión del tiempo dejando a un lado los detalles irrelevantes. 3. Se reduce la ansiedad del trabajador y del empresario porque saben cuáles son el 20% de las tareas en las que tienen que centrar sus verdaderos esfuerzos. 4. Favorece la toma de decisiones de cara a continuar o no con la producción de un producto determinado o con la relación empresarial respecto a clientes que sean perjudiciales.

Forma parte de ese 20 % que obtiene el 80% de sus resultados con el 20% de sus acciones, solo por ser consecuente con su habito, su trabajo, su rutina, su efectividad, a estos el día les resulta más liviano y sienten haber hecho un menor esfuerzo.



¡Gracias por leer hasta el final!



Si te interesa este contenido, no dudes en pedir coaching con un Coach Inmobiliario.



Escrito por: Pablo Casal / Coach certificado en Coaching Inmobiliario/Broker Inmobiliario

Revisado por : Equipo de Coaching inmobiliario ®




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